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Tú, yo y el Nemeton [cap11]


Título: Tú, yo y el Nemeton
Fandom: Teen Wolf         Pareja: Peter Hale x Stiles Stilinski
Autor: KiraH69 
Género: Yaoi, Slash
Clasificación: +18          Advertencias: lemon, violencia y todo tipo de parafilias
Capítulos: 13 (11 de 13)
Resumen: AU: las criaturas sobrenaturales son conocidas, pero no están necesariamente integradas en la sociedad. Es todo tan nuevo que las leyes aún no están desarrolladas para ellos y no todas las criaturas son aceptadas entre los humanos.
Con una manada consistente tan solo en su sobrino y él, tras haber vengado el asesinato de su familia por parte de cazadores furtivos, Peter se encuentra con un joven vampiro que trata de mantener en secreto lo que es por el bien de la carrera de su padre, el sheriff. Pero intentar vivir como un humano cuando ya no lo es resulta tarea imposible para Stiles, especialmente cuando el Nemeton se mete de por medio.

Capítulo 11


NOTA: la escena de violación es totalmente consensuada, pero es violenta y nada dulce así que, para las que resulte incómodo leer eso, podéis saltárosla hasta donde pone «Se dejó caer sobre Stiles».


Cuando el coche entró en el garaje, ambos ya llevaban los pantalones desabrochados. Quedaron junto con los zapatos en la entrada interior que daba a la casa. Peter lo levantó en brazos y Stiles le rodeó la cintura con las piernas, su erección desnuda rozando los perfectos abdominales del licántropo. Llegaron al dormitorio principal sin dejar de besarse y, para su sorpresa, sin chocar con nada por el camino. Peter tiró al chico sobre la enorme cama que dominaba la habitación y se arrodilló sobre él. Stiles de inmediato rodeó sus hombros con los brazos y comenzó a besarle, ante lo que Peter le agarró de la nuca y echó su cabeza hacia atrás, rompiendo el beso.
He sido un muy buen chico—susurró en su oído con esa voz grave aterciopelada, su lengua acariciando su oreja y sus dientes mordisqueándola suavemente—, ahora quiero mi premio.
Sí, sí, lo que quieras. Haré lo que quieras—respondió desesperadamente. Un sonido tan dulce para los oídos del lobo.
Quiero ahogarte con mi polla. Quiero que grites y te resistas. Quiero violarte y matarte.
¿Y no es eso lo más dulce que os han dicho nunca? Bueno, para Stiles sí.
El vampiro se estremeció. Peter no necesitaba decir nada más.
Con sus garras extendidas, Peter se incorporó y rasgó de arriba abajo la camiseta del chico. La expresión inmediata de pánico en el rostro de Stiles fue de Óscar. El vampiro comenzó a forcejear con la misma fuerza que lo haría un humano mientras Peter se deshacía de los jirones en los que había convertido su ropa.
No, nonono, por favor, espera, ¡para!—gritaba mientras su cuerpo se retorcía con una voz que le hizo estremecer.
Sus movimientos vacilaron por un instante antes de recordarse a sí mismo que todo era una actuación, que si quisiera Stiles podría mandarlo volando al otro lado de la habitación (probablemente atravesando la pared). Cuando aseguró a su lobo que no iban a hacer verdadero daño a su... Stiles, se metió de nuevo en el papel.
Cállate, puta—gruñó, remarcándolo con una sonora bofetada. Era una lástima que no pudiera dejar una marca roja en su rostro.
Stiles se quedó callado por un momento, inmóvil. Cuando Peter comenzó a desabrocharse los pantalones, volvió a retorcerse y sollozar con constantes súplicas en sus labios. Intentó arrastrarse hacia el cabecero, apartándose de Peter, pero este le agarró con fuerza por los muslos, hundiendo las garras en su carne, ante lo que el chico gritó. y lo atrajo de nuevo debajo de sí. Cuando vio dos lágrimas rojas brotar de los ojos del chico y dejar un sendero por sus sienes, perdió por un instante el control y reventó sus pantalones cuando los estaba desabrochando. No era humano, pero era tan hermoso, tan caliente. Se bajó los calzoncillos lo justo para liberar su erección. Y nunca había estado tan duro. Stiles le miró con una expresión de terror y sacudió sus brazos contra él, intentando apartarlo. Peter los agarró con ambas manos por las muñecas y apretó hasta oír dos chasquidos. Stiles gritó, su cuerpo se puso tenso y por un momento dejó de forcejear, tan solo sollozando, más lágrimas derramándose de sus ojos. Peter aprovechó el momento para avanzar sobre él y colocarse con las rodillas a ambos lados de su cabeza, sus piernas presionando contra sus hombros. Presionó una mano sobre su frente, con las puntas de sus garras amenazando sobre su cuero cabelludo, y le forzó a mirarle.
Ahora vas a portarte bien y a colaborar. Si intentas morderme, te desencajaré la mandíbula—le amenazó, sus ojos brillando intensos.
Vio el labio inferior del chico temblando y no esperó más. Le abrió la boca con el pulgar y deslizó su miembro dentro. Fue lento, pero no se detuvo hasta que la nariz de Stiles estuvo enterrada en su pubis. El chico se retorció y más lágrimas brotaron de sus ojos. Su garganta se contrajo alrededor del miembro, tratando de imitar arcadas, mientras intentaba con todas sus fuerzas (humanas) sacar la verga de su boca, pero era imposible, Peter tenía un firme agarre de su cabeza y estaba prácticamente aplastado contra el colchón. Ningún humano podría librarse de aquello. Peter sentía un intenso hormigueo recorriendo su cuerpo. Se sentía poderoso, más de lo que su poder de alfa podía darle. Era perfecto. Stiles era perfecto.
Sacó la polla de su boca solo unos segundos antes de ahogarlo (de haber sido humano) y le dio un momento para recuperar el aliento, el chico jadeando como si realmente necesitara respirar. Sin previo aviso, lo penetró de nuevo y esta vez comenzó a follar su boca con fuertes embestidas. Los gemidos ahogados de Stiles vibraban dulcemente alrededor de su verga. Nunca se cansaría de oír esos sonidos.
Admítelo, lo estás disfrutando. Te encanta que te use como si no fueras más que una muñeca hinchable, un cubo de semen, mi cubo de semen—su voz sonaba algo forzada, su respiración algo agitada por la excitación—. Si pudieras, me estarías suplicando por ello, pero no te preocupes, voy a darte todo lo que necesitas y cuando terminemos usaré tu boca para calentar mi polla toda la noche.
Cuando su nudo estaba comenzando a hincharse, metió de nuevo su miembro por completo en la boca de Stiles. El chico le miró con ojos suplicantes, esos hermosos ojos whisky rodeados de lágrimas rojas. Segundos después, comenzó a sacudirse, sus piernas golpeando contra el colchón, sus manos aferrándose a su espalda, arañando con uñas humanas lo que podían alcanzar con los brazos atrapados contra sus costados. Y entonces, sus ojos abiertos de par en par, aterrados, se pusieron en blanco y se quedó en silencio, inmóvil. Muerto. El nudo se hinchó hasta que sus mandíbulas chasquearon y Peter se corrió en lo profundo de su garganta.
Minutos después, cuando el nudo se relajó, sacó el miembro de su boca, aún duro, y retrocedió hasta el pie de la cama. Observó el cuerpo inerte, su piel blanca destacando sobre la colcha azul marino, la mandíbula desencajada, las lágrimas rojas secas en sus sienes.
Tan hermoso—murmuró para sí.
Stiles aún no se movió, Peter no había terminado. Se quitó toda la ropa, subió de nuevo a la cama y le dio la vuelta sin ninguna delicadeza (porque ahora era un cadáver, a quién le importaba). Se sentó a horcajadas sobre sus pantorrillas y separó sus nalgas con ambas manos. Hundió la nariz en su raja e inspiró profundamente. Ahí estaba ese maravilloso olor a muerte y sangre, a vampiro y, sobre todo, a Stiles. Era frustrante no poder marcarlo permanentemente con su olor. Cada vez que volvía a verlo, cualquier rastro suyo se había desvanecido. Debía de ser cosa de vampiros, pero su lobo quería marcarlo, quería que todos supieran que era suyo. Se preguntó cuánto duraría su olor en él, si sería suficiente con que lo follara una vez al día.
Dio una lamida a su agujero, solo una, porque sabía que le gustaba demasiado y no quería arriesgar a que no pudiera controlarse y estropeara aquella maravillosa escena. Ya se lo compensaría en otra ocasión. Presionó su miembro dentro de él, el agujero relajado, pero aún ofreciendo deliciosa resistencia. Se deslizó hasta dejar solamente el nudo fuera y comenzó a embestir de forma brutal, forzando el nudo dentro un poco más cada vez, sus dientes mordiendo la fría piel de la espalda del chico. Ni el más mínimo tic, ni el más mínimo sonido, solamente el roce de la colcha, piel contra piel y sus propios gruñidos animales. Agarró las caderas de Stiles con sus garras extendidas, hundiéndolas en su carne, y finalmente lo penetró con su nudo y aulló. Victorioso, satisfecho, más animal que humano por un momento, corriéndose en el caliente interior del cadáver.
Se dejó caer sobre Stiles, sin moverse durante largos minutos hasta que el nudo se relajó y su respiración y latidos regresaron a un ritmo normal. Se incorporó, salió del interior del vampiro y se levantó de la cama, contemplando de nuevo su obra. Ahora venía una de las mejores partes.
Has estado fantástico.
Apenas salieron las palabras de su boca, Stiles regresó a la vida. Era algo fascinante de ver. Un segundo podía pasar perfectamente por un cadáver y al siguiente era pura energía. El chico se levantó como un rayo de la cama y saltó sobre él. Un grito de su nombre quedó ahogado al hundir los colmillos en su cuello. Stiles se restregaba contra él como un perro (a Peter no se le escapó la ironía). Estaba desesperado. Peter tan solo sonrió y lo tomó en brazos. Se tumbó en la cama con el chico encima aún retorciéndose y gimiendo contra su cuello.
Ay, mi putilla—sonrió, acariciando su cabeza rapada tiernamente.
Stiles mordió un poco más fuerte en represalia.
Minutos después se relajó y al fin soltó su cuello. Se relamió los labios y abrió las sábanas de la cama, dando unas palmadas a su lado para que Peter se metiera con él. Peter sonrió, su lobo contento de que Stiles estuviera en su cama, rodeado de su olor. Se metió bajo las sábanas y esperó a que el chico se acurrucara en sus brazos, pero en lugar de eso bajó hasta que tuvo la cabeza a la altura de su entrepierna. Entonces sintió su boca rodeando su miembro hasta la base.
Oh, así que vas a cuidar de mi polla toda la noche. Gracias, pequeño—se tumbó de lado para que estuviera más cómodo y acarició su cabeza.
Con su miembro sumergido en el agradable agujero, se quedó dormido en cuestión de minutos.




Stiles se sumió en una especie de trance. Normalmente no habría sido capaz de estarse tan quieto durante muchos minutos, aún menos horas, sin embargo, ahí y en ese momento, con el peso de la verga de Peter en su boca y su garganta, su cuerpo estaba relajado, no necesitaba mover ni un músculo. No podía dormir, pero cerró los ojos y el tiempo pasó rápido. Estaba contento por poder servir satisfacer al licántropo. Estaba seguro de que, tras su actuación en el restaurante, Scott finalmente aceptaría regresar. Nada podía hacerle más feliz, Peter le había dado lo único que realmente necesitaba así que era solo justo que le compensara como el lobo quisiera.
Es el aumento de los latidos del lobo al despertarse lo que le saca del trance. Lo sintió estirarse y bostezar. Una mano se metió bajo las sábanas y acarició su cabeza.
¿Has pasado ahí toda la noche?—le preguntó con voz algo ronca y sorprendida, pero satisfecha. Movió sus caderas suavemente una vez antes de sacar el miembro (que llevaba ya erecto un buen rato) de su boca. Stiles sintió la pérdida, como si necesitara tener algo en su boca –era muy consciente de su fijación oral–. Se deslizó entre las sábanas hasta apoyar la cabeza en la almohada junto a Peter—. Te has portado muy bien para mí, cachorrito, nunca había dormido tan bien—le dijo el licántropo acariciando sus labios entreabiertos. Stiles pudo ver algo de ternura en sus ojos, casi fascinación, quizás sentimientos más profundos o quizás solo eran imaginaciones suyas—. Dime, cariño, ¿qué te gustaría hacer ahora? Haremos lo que quieras como recompensa.
Se estremeció ante el apelativo cariñoso, tan dulce, y por un momento pensó en olvidar lo que estaba a punto de pedir, quizás era demasiado íntimo, pero sentía curiosidad.
Quiero sexo normal, sexo humano, ya sabes. Quiero probarlo, al menos una vez.
Hmm... ¿Eso significa que no vas a morderme?—le preguntó con una traviesa sonrisa.
Uh. No puedo prometer eso, puede que lo necesite para correrme, pero por lo demás que sea... normal. Vainilla—no estaba seguro de si a Peter le agradaría la idea, pero sonrió y enseguida se puso a tono.
Le besó, suave y dulcemente, el beso más tierno que jamás le habían dado (cosa que no resultaba extraña ya que Peter era el único que le había besado en su vida). El calor de sus labios y de su lengua le daban la sensación de que su propia piel también era caliente. La lengua acariciando sus dientes, su paladar, su propia lengua. Una mano se deslizó por su cintura y Stiles movió su cuerpo hasta estar pegado al del licántropo. No podía ponerse duro porque no acababa de beber sangre, pero si pudiera ya lo estaría tan solo con la atención que estaba recibiendo su boca.
Peter se apartó un poco de él rompiendo el beso y sonrió, una sonrisa sincera quizás por primera vez. Stiles tan solo podía mirarle aturdido por el beso mientras aquellos ojos azules lo contemplaban.
Eres muy hermoso, ¿lo sabías? Y respondes maravillosamente a mí. Aunque supongo que ser un adolescente tiene parte de culpa—rio, trazando con sus dedos las suaves líneas de su rostro.
No tenía duda de que respondía bien, aunque eso de ser hermoso no lo tenía tan claro, nadie antes se había fijado en él. Quizás ser vampiro tenía algo que ver, esa elegancia sobrenatural de la que hablan, la piel blanca de porcelana (aunque siempre había sido blanco como la leche) y, bueno, lo que fuera. Aunque estaba seguro de que Peter no se había fijado en él por su apariencia, no era eso precisamente lo que le interesaba.
Peter se tumbó sobre él, sus cuerpos pegados desde los pies hasta el pecho, y volvió a besarle, solo un fugaz beso antes de bajar por su mandíbula con pequeños besos hasta su oreja, sus dientes rozando suavemente el lóbulo antes de seguir por su cuello, sus labios acariciando su piel y solo de vez en cuando el leve roce de sus dientes, provocador, sin intención siquiera de dejar marca. Estaba tan relajado con este tratamiento que se sorprendió y casi gritó cuando sintió a Peter succionar sobre su clavícula. La marca ni siquiera llegó a aparecer, pero Peter la alivió con su lengua igualmente.
Podía sentir el miembro duro del licántropo restregándose lentamente contra su muslo, su cuerpo pegado a él tan caliente y firme, su boca húmeda y experta explorar su cuello y su torso, jugando con sus sensibles pezones (nunca les había prestado atención antes y ni sabía que podían ponerle cachondo). Comenzó a sentir un hormigueo en sus colmillos, una sensación que fue aumentando según Peter se dirigía hacia el sur. Sus caderas se sacudieron cuando la lengua del licántropo recorrió su miembro flácido.
Si no te conociera, me sentiría ofendido—le dijo, acariciando con su nariz su vello púbico e inspirando profundamente—. Pero aun así es sensible, ¿verdad?
Sí, sí, sí, por favor...—suplicó, separando sus piernas para que pudiera acomodarse entre ellas.
Peter sonrió y metió el miembro en su boca. Stiles se estremeció. La sensación era la misma que si estuviera duro del todo, igual de sensible, quizás incluso más. Y, joder, Peter era bueno. Sus labios succionando, su lengua lamiendo entre los pliegues, una mano masajeando sus bolas y los dedos de la otra acariciando su entrada. Ahí, dentro de él, Peter encontró aún semen de la noche anterior y Stiles pudo sentir el orgullo que fluyó dentro de él, una intensa oleada de excitación emanando del lobo. Quería morderlo. La presión en sus colmillos había crecido tan gradualmente, sin darse cuenta, que ahora estaba muy cerca del orgasmo sin tan siquiera haber sido penetrado.
Pe... ter...—jadeó, sus colmillos extendiéndose sin que pudiera controlarlos.
No podía esperar a que Peter le hiciera caso. Giró su cuerpo sin apartar su miembro de la boca del licántropo hasta alcanzar sus piernas y mordió sobre la parte de atrás de su muslo. Peter gimió, se tensó por un segundo y chupó con más intensidad alrededor de su miembro. Stiles se quedó en blanco, el orgasmo fluyendo como lava por su cuerpo lo único que su cerebro podía asimilar en ese momento. La maravillosa sangre brotando en su boca y llenándolo de un modo que ninguna otra comida podría. Pero, por extraño que le resultara, no quería alimentarse de Peter, eso no era lo que su cuerpo le pedía.
Fóllame—le pidió apenas logró sacar los colmillos de su carne.
Peter gruñó, un gruñido de frustración que Stiles no comprendió, le estaba pidiendo lo que él también quería. El lobo se incorporó y lo tumbó boca abajo, arrodillándose tras él. Por un momento pensó que iba a penetrarlo, lo esperaba expectante, pero entonces sintió sus dedos presionando sobre su entrada.
Primero tengo que prepararte—le dijo Peter.
¿Huh? No, no hace falta, fóllame ya—replicó apremiante.
Querías sexo vainilla y eso es lo que te voy a dar, ese era el trato.
El trato apesta—gruñó, hundiendo el rostro en el colchón. Era ridículo, él lo había pedido, él podía cambiar de idea.
Peter no parecía dispuesto a hacerle caso. Sacó un bote de lubricante de la mesita de noche y vertió un chorro sobre sus dedos. Stiles abrió más las piernas cuando sintió el líquido frío en su trasero. Peter separó sus nalgas con su mano seca y acarició con los dedos su entrada. Presionó con el índice y lentamente lo penetró. Stiles suspiró, su cuerpo relajándose cuando llegó hasta el nudillo. Olvidó la urgencia, recordó lo bien que se había sentido cuando Peter lo había abierto lentamente la otra noche. Quería volver a sentirlo. El dedo trabajó dentro de él y pronto se unió otro más. Lo acariciaban suavemente, presionando contra sus paredes, separándose dentro de él, rozando fugazmente sobre su próstata, apenas tocándola. No estaba intentando tan solo abrirle, estaba provocándolo, dándole placer. Se preguntaba si podría correrse con solo un par de dedos dentro de él. Siendo los de Peter, probablemente sí.
Un tercer dedo se unió y la sensación de estar tan cerca –solo un poco más– de estar lleno despertó de nuevo esa urgencia. Levantó el trasero, apoyándose sobre sus rodillas y codos, y comenzó a mover sus caderas, penetrándose él mismo con los dedos.
Tan ansioso. Eres adorable—murmuró Peter tras él, su mano libre acariciando su espalda con un ritmo relajante.
Peter, Peter...—recitó su nombre como una plegaria.
Está bien, impaciente—rio, dándole un beso en la nalga. Sacó los dedos de su interior y le dio la vuelta, tumbándolo boca arriba.
Cuando Stiles vio la enorme erección del licántropo, inmediatamente abrió sus piernas, invitándolo a su cuerpo. Pudo ver la expresión complacida en el lobo y no le importaba, su interior se sentía demasiado vacío en ese momento. Peter guió el miembro hasta su entrada y presionó lentamente. El anillo de músculos, aún con algo de resistencia, cedió a su paso hasta que el glande estuvo dentro y desde ahí lo penetró con un fluido movimiento hasta que sus bolas golpearon contra sus nalgas.
Stiles arqueó la espalda, su cuerpo tenso por un momento, y después se relajó como si fuera de goma. Así es como debía ser, se sentía correcto, nunca se sentía mejor que cuando estaba lleno. Incluso si no era una monstruosidad de miembro –aunque sí más grande que la media, quizás por ser licántropo–, se sentía bien, saciado. Dios, era una puta, ¿verdad? Como una perra que vive feliz solo por tener una polla dentro. Debería sentirse avergonzado en lugar de más excitado ante esta idea. Se preguntaba si a Peter le divertiría la analogía canina. Estaba a punto de preguntárselo cuando los labios del lobo sellaron los suyos y todo pensamiento voló de su mente. Era un beso lento y dulce, tan tierno que le hacía sentir un hormigueo en el estómago. No quiso pensar en ello o más bien no fue capaz cuando Peter comenzó a balancear sus caderas. Era un movimiento lánguido, apenas saliendo de él antes de volver a entrar, sin soltar por un segundo sus labios. Stiles pensó por un momento que era aburrido, que necesitaba más, pero entonces vio el propósito de esos movimientos. Estaba provocándolo, estaba haciendo crecer su excitación, su necesidad. Si su cuerpo no fuera básicamente el de un cadáver, ahora mismo estaría ardiendo, sudado y tan caliente.
Peter... por favor...—suplicó rozando sus labios, la lengua de Peter aún acariciando los suyos.
¿Qué quieres, cariño?—le preguntó con voz grave y respiración afectada que no era capaz de ocultar su excitación.
Fóllame—intentó mover él mismo las caderas, pero no tenía apoyo suficiente con sus piernas en el aire por culpa de Peter.
Te estoy haciendo el amor, para eso es el sexo vainilla. Sé bueno y acepta lo que te doy. Un pequeño virgen como tú no tiene derecho a decirme cómo hacerlo.
«Hacer el amor», eso era algo que involucraba sentimientos y otra clase de cosas como relaciones más allá del sexo, para lo que Stiles no estaba preparado. Pero solo era un juego, ¿verdad? Un role play como lo había sido violarlo o follarlo mientras se hacía el muerto. Su respiración era algo agitada, ¡y ni siquiera necesitaba respirar!
Antes de que el ataque de pánico que él mismo se estaba provocando tomara forma, Peter salió casi por completo de él y embistió hasta la mitad, la punta de su verga rozando perfectamente sobre su próstata. Todo se quedó en blanco con la punzada de placer. No le dio tiempo a recuperarse, Peter comenzó a embestir de forma continua, golpeando de pleno ese maravilloso punto todas las veces.
Oh, dios. ¡Oh, dios, Peter! Peterpeterpeter. Uuuuhn...—su cuerpo se contoneó, sobrecargado por el placer y sintió como si el lobo prácticamente forzara su orgasmo. Ningún líquido salió de su miembro flácido, tampoco necesitó morder, pero sus paredes se contrajeron alrededor de la verga y su espalda se arqueó hermosamente, levantándose de la cama, su boca abierta en un grito silencioso. Cuando el golpe de placer se apagó y solo quedó un agradable zumbido por todo su cuerpo, Stiles se dio cuenta de que Peter lo había anudado y estaba corriéndose dentro de él con un gruñido de placer, sus colmillos extendidos y las garras hundiéndose en sus caderas. Eso no es muy vainilla, fue lo único que pasó por su mente, aunque no fue capaz de pronunciar palabra.
Peter maniobró hasta que estuvo tumbado tras él, con su nudo atándolos todavía, y se acomodó. Rodeaba su cuerpo con los brazos mientras mordisqueaba su cuello, corriéndose a intervalos, consiguiendo que Stiles se estremeciera cada vez que el cálido líquido fluía dentro de él. Stiles sabía ya sin duda que le gustaba el sexo normal tanto como el sexo... bestial, a falta de una palabra mejor, y se sentía aliviado porque cuando terminara lo que quiera que fuera esto que tenía con Peter, sería terriblemente frustrante y problemático encontrar a alguna otra criatura sobrenatural que estuviera a la altura, no es que hubiera precisamente una página de contactos para seres sobrenaturales (¡Joder, qué buena idea!).
Cuando el nudo disminuyó, Peter salió de su interior y hurgó en su mesilla. Stiles miró confuso hacia atrás cuando sintió algo penetrar su trasero.
¿Qué es eso?—preguntó, llevando la mano a su culo.
Un plug—Peter le apartó la mano de un manotazo—. Quiero que mi semen se quede dentro.
¿Te das cuenta de que no puedo quedarme embarazado por mucho semen que metas dentro de mí?—aunque realmente no le molestaba, era una sensación extraña, pero no desagradable. Contrajo los músculos de su ano alrededor del plug tentativamente.
No puedo dejar marcas en tu piel, tampoco puedo marcarte con mi olor como lo haría con cualquier persona u hombre lobo. Al menos así llevarás mi marca dentro de ti—presionó suavemente el plug para enfatizar sus palabras.
¿Quieres que vaya por ahí oliendo a tu semen?—preguntó riendo. Ese tipo realmente tenía una obsesión con marcar.
Exacto. Aunque los humanos no se den cuenta, será más que evidente para cualquier criatura.
Vale, vale, lo que sea—respondió levantándose. Miró a su alrededor, pero sus pantalones no estaban a la vista y no recordaba dónde se habían quedado así que se encogió de hombros y se dirigió a la puerta del dormitorio desnudo—. Voy a explorar por tu casa, tú deberías ducharte, estás manchado de sangre por todas partes.
¿Y de quién es la culpa?

Stiles sonrió en respuesta.

1 comentario:

  1. Eres tan detallisme que simplemente me matas en cada cap. Sabes a que me refiero 7u7
    Eso del embarazo me dio risa xD
    Pero si me gustaria ver a Stiles con pancita seria H-E-R-M-O-S-O ♡

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